Autor: Bachir Mohamed Ali Mojtar
Después del té dormimos hasta el día siguiente. Guzman nos tranquilizó, porque con sus indicaciones llegaríamos sin pérdida. Nos explicó la importancia de llevar agua, porque en el camino no había pozos. También nos aprovisionó de alimentos.Tras el desayuno llevamos a los camellos al pozo para que bebieran, y luego recogimos nuestras cosas. El anciano nos señaló una estrella y nos dijo que siguiéndola no podíamos perdernos. Nos dijo que durante el día debíamos dejar las montañas a nuestra mano derecha. Si las seguíamos encontraríamos al final nuestro destino. Nos despedimos y montamos en los camellos. Y allí nos enfrentamos con la realidad: no íbamos a encontrar pastores en el resto del trayecto. (Fragmento de "El precio de Fátima")
El precio de Fátima me llegó manuscrito en una libreta escolar milimetrada. Está escrito con bolígrafo azul, letras mayúsculas y cuidada caligrafía. Se divide en cinco capítulos. Durante un par de meses trabajé en la edición y la corrección de la ortografía: ésa es mi única intervención. Resulta sorprendente que Bachir haya mantenido el español como idioma de escritura, teniendo en cuenta que cuando salió de su país apenas tenía nueve años y que su lengua materna es el hassanía. (Luis Leante)
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